Arquitectura 01·12·2020
Microespacios para macrovidas lifestyle
La vivienda se encuentra en un momento de revolución sin precedentes. Una de las tendencias que persistirán es la reducción de sus dimensiones, lo que supone una adaptación incesante a nuevos interiores cambiantes. Una reinvención que parte de la transformación de las acciones cotidianas, ya que los espacios ínfimos conducen a un diseño que aprovecha cada metro habitable.
El arquitecto visionario Frederick Kiesler planteó a mediados del siglo pasado realidades siempre cambiantes que necesitan espacios orgánicos en movimiento. “El concepto básico es la elasticidad y el movimiento constante, esencial en las propuestas contemporáneas sociales”, explica Sthephen J. Phillips en su libro ‘Elastic Architecture Frederick Kiesler and Design Research in the First Age of Robotic Culture’.
Hoy los usos de la vivienda se contraponen y solapan, y la convivencia agudiza el respeto por el espacio individual convertible. Cada elemento se abre, amplía, baja y sube con todo tipo de mecanismos que, en su conjunto, pertenecen a un diseño centralizado de alta resistencia, elasticidad y conectividad integrada con nuevas tecnologías.
“Estamos abocados a vivir en espacios reducidos multifuncionales, el crecimiento de la población mundial así lo indica. La tecnología ayuda a proponer una vida posible y deseable en estos espacios de vida en escasos metros, ampliable por su flexibilidad y transformación operativa”, así lo declara Kent Larson, director de la unidad City Science del MIT.
Esta afirmación contundente se hace evidente en los nuevos modelos de “miniaturización” optimizada de las casas. La corriente nos lleva a una reducción drástica del espacio y a un acondicionamiento técnico de cada función en los interiores.

Cajas, cubículos, contenedores y armarios con sorpresas múltiples, practicidad variable y soluciones que se complementan con diversos accesorios.
Por un lado, son casas industrializadas diseñadas para ser producidas en serie y, por otro, diseños adaptados a cada condicionamiento específico de edificios ya existentes.
Los números siempre sorprenden: casas de 25, 30 y 40 metros cuadrados, con capacidad de adaptación espacial y humana; organización milimétrica, minimización/maximización, convertibilidad, movilidad interior… para una vida doméstica plena a la que se une la actual actividad laboral y lúdica en el hogar.
“El Coronavirus ha impulsado el cambio definitivo, la localización de las viviendas importa menos, ahora la cocina es la oficina. El tamaño importa más por ser menos, el mobiliario robótico y las Apps integradas forman un todo en la nueva digitalización del hogar”, afirma Stefanos Chen, experto en Real State del The New York Times.
Piensa en pequeño, vive a lo grande
Enorme Estudio, Madrid
Rocío Pina y Carmelo Rodríguez forman uno de los estudios de arquitectura españoles más destacados internacionalmente, en especial por su acercamiento alternativo a los proyectos e investigaciones sociológicas en las ciudades. Su forma de construir tiene una base social experimental que les lleva a implementar nuevos sistemas industriales y tecnología dinámica. El objetivo en cada una de sus intervenciones es nutrir una nueva dimensión proactiva de la arquitectura y la cultura de los ciudadanos.
Uno de sus proyectos más reconocidos es ‘Living Big: a responsible alternative’.
El lema “Living Big” en realidad hace referencia a vivir a lo grande en pequeño: “A medida que cambiamos nuestra forma de vida, cambiamos y cambiaremos nuestros hogares, de forma manual o robotizada. La flexibilidad tecnológica de los interiores nos hará vivir plenamente”, concretan los arquitectos.
Armarios que guardan cocinas, camas que se levantan, iluminación que cambia ambientes, muros motorizados. Se trata de activar creatividad para diseñar espacios relacionales que generen emociones positivas.
Armarios casa
EXD Architecture, Nueva York
Victoria Benatar, arquitecta e interiorista neoyorkina, es otra de las activistas de este fenómeno en crecimiento. Sus clientes en Nueva York le piden adaptaciones que a priori parecen imposibles, y ella se lo toma como una misión personal. Adapta materiales, amplía los puntos naturales de luz e implementa todo el mobiliario diseñado específicamente para dar varios usos a los espacios.
“Nueva York es una ciudad pionera en esta tendencia que crece sin parar. La necesidad obliga y la responsabilidad del arquitecto es adecuar cada milímetro de espacio a una funcionalidad doble y triple, siempre teniendo en cuenta el bienestar de los clientes. Diseñar para optimizar, este es uno de nuestros principales lemas”, dice a Lifestyle Victoria Benatar, socia fundadora del estudio EXD Architecture, con más de veinte años de trabajo en Nueva York y profesora de la Universidad de Columbia y la Parsons School of Design.
Cabinas urbanas
Francesca Perani, Bérgamo, Italia
“Afronto pequeñas batallas contra la necesidad de un mayor espacio. Me gusta extremar la experimentación y el descubrimiento de nuevas posibilidades en condiciones extremas de minimización de espacios”, comenta la arquitecta italiana, también diseñadora gráfica, ilustradora y defensora del diseño social y colaborativo, y uno de los nuevos valores y talentos del panorama internacional.
En esta obra reciente, un micro apartamento de 25m2, se primó la posibilidad de un aislamiento por pandemias en espacios reducidos con todas las prestaciones de una casa completa. Fue importante seguir los principios de integración interior/exterior y una ventilación posible de balcón, patio o terraza. También destaca la profusión de diferentes materiales para las superficies como planchas de acero, conglomerado de madera y piedra natural.
