Arquitectura 10·12·2020
Nuevo brutalismo más humano lifestyle
¿En qué ha quedado el brutalismo rompedor, desnudo, que exhibe los materiales crudos, las estructuras constructivas, y daba al sentido formal y esencial de la arquitectura una dimensión humana?
Su impacto monumental se ha suavizado en el siglo XXI, sin embargo, su influjo continúa con fuerza en proyectos de diversos arquitectos y estudios que evidencian su vigencia adaptada a una nueva perspectiva más sostenible y serena.
Esta forma de enfocar la arquitectura, aparentemente tosca, despojada de artificios, visualmente ruda, que surgió del Movimiento Moderno, tuvo su auge de los años 50 a los 70 de manera desigual en diferentes países. Se trataba de romper esquemas previos eliminando líneas convencionales y formales, y proyectar valorando los materiales por encima de todo, así como una exhibición evidente de la estructura de las construcciones, con un gusto muy desarrollado por la geometría. Fue criticado, denostado y rechazado, y aún así, el acero y el hormigón crudo y a la vista desplegaron su imponente apariencia en edificios institucionales, universidades, iglesias, vivienda social, teatros y centros deportivos.
Le Corbusier dio salida al hormigón visto en su edificio de Marsella y a partir de ese momento, la necesidad constructiva sencilla y contundente iba acompañada por adjetivos nada alentadores. La “monstruosidad” del brutalismo se imponía y a la vez se criticaba por su aparente carencia de belleza.
Pero todo lo extremo repele por un lado y atrae por otro. Después de su rechazo en los años 80 y 90, el brutalismo fue volviendo con renovada energía en el siglo XXI. El gusto por lo esencial y el culto a la desnudez de la verdad arquitectónica, emerge primero para proteger la obra existente y segundo como influencia “suavizada” en una nueva generación de arquitectos y proyectos.
Se vuelve a apreciar su rigor y bases constructivas, sin ornamentos superfluos, que responden a nuevos condicionamientos sociales y funcionales.
Hoy se juega con el brutalismo de una forma más estilística. Los volúmenes, la luz y los materiales se evidencian utilizando los elementos indispensables, minimizando sus efectos turbadores de los comienzos del brutalismo. Para algunos expertos es un enfoque edulcorado, para otros, la expresión de una necesidad de vuelta a los valores esenciales de la arquitectura.
Brutalismo cerámico
Sobriedad máxima con materiales que no son hormigón a la vista, pero cuyo color y acabados exteriores permite un efecto óptico riguroso y cercano al brutalismo. Una influencia que determina las líneas puras y los materiales en bruto que lo definen.
Lo mínimo como máxima, este es el hilo conductor de esta casa que enlaza el interior con un exterior ajardinado; que se integra en los espacios domésticos a través de los grandes ventanales. La sensación de amplitud y calidez tiene a la madera cerámica Minnnesota de Porcelanosa como material protagonista.
Sus finas vetas y suave textura reproducen los colores y los contrastes de la madera natural e incrementan su resistencia con las propiedades técnicas de la cerámica. Su instalación se realizó con los materiales de colocación cerámica de Butech, que garantizan la conservación de cada pieza a lo largo del tiempo.
Durabilidad y resistencia, como corresponde al brutalismo de siempre y al de ahora.
Brutalismo sereno
El estudio de arquitectura portugués Summary ha desarrollado este proyecto, situado en Vale de Cambra (Portugal), utilizando únicamente sus sistemas de construcción modulares y prefabricados. Se requería una construcción ágil, rentable y cambiante a lo largo del tiempo, lo que llevó al estudio a utilizar elementos prefabricados.
En todo el edificio, el material estructural, el hormigón prefabricado, se expone directamente sin ningún acabado adicional, lo que reduce los recursos, la mano de obra y otras intervenciones involucradas en el proceso de construcción. En consecuencia, reduce su impacto ambiental. Es un brutalismo que busca la conexión con el equilibrio sostenible.
Brutalismo interior
Esta nueva tienda en Londres recoge toda la influencia del brutalismo sueco primario, un post modernismo que se impuso en el país en los años 70. Eytys es una cadena sueca de ropa cuyo interiorismo se ha diseñado por el propio equipo interno como una prolongación de la filosofía de la empresa y sus colecciones.
El espacio tiene 93 metros cuadrados y está situado en pleno Soho londinense. Los efectos lumínicos se complementan con una paleta de color ligada al hormigón a la vista, y al acero predominante en todo el mobiliario.
Brutalismo salvaje
El desierto imponente y sustancial de Nuevo México se refleja en todas las líneas de esta casa del arquitecto Marc Thorpe.
Impacto ecológico mínimo y máxima sostenibilidad han sido las premisas constructivas del arquitecto. Paneles solares y ventilación natural, en unos espacios donde el vacío y las líneas puras construyen el interior.